Sé que te has preguntado una y otra vez, muchas veces entre lágrimas y sollozos, cuando llegará ese mañana lleno de alegrías que tanto esperas, yo también en esos momentos me lo suelo preguntar.
A la verdad que si nos ponemos a meditar en los tiempos de dolor, no podemos ver que hay muchos mañanas de alegrías que Dios nos da. Como otras veces lo he dicho, tener a Dios, una familia que te ama, tus amigos, hasta tu propia vida son regalos muy preciados que no podemos olvidarnos de agradecer que los tenemos. En cuanto me pongo a meditar en ellos si puedo ver que hay muchas mañanas de alegrías que Dios me da y sé que tú también los tienes. Agradecer siempre te servirá para pasar esos momentos difíciles, disminuirá tu ansiedad y te dará paz, eso a mí siempre me funciona.
En estos tiempos que estamos viviendo confieso que estoy aferrada firmemente a la promesa que el Señor enjugará toda lágrima y que todo lo que estoy pasando ahora no es más poderoso que la gloria que me espera y eso mis hermanos es lo que me hace seguir adelante día a día, con una esperanza y confianza tan fuerte que me hace estar gozosa en medio de mi dolor y angustia.
Quiero que reflexiones en esto hoy, en esta vida vivirás muchos días de dolor, pero también habrá muchos mañanas de alegría, pero la mejor de todas ellas será cuando nuestro amado venga, esa debe ser nuestra esperanza firme donde podamos soportar todo lo que tenemos por delante.
No se desanimen si la prueba es grande, si el desierto no acaba de terminar, si no acaba de escampar, porque mayor será la recompensa para los que creen, esperan y confían en él. El Señor nos ama con amor eterno y siempre estará con nosotros, lo mejor está por venir y ese es Él.
Muchas alegrías nos esperan, pero mientras tanto vienen, aférrate a Papá y a sus promesas.
Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.
Salmo 30:5 NVI
Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.
Hebreos 10:23 NVI
De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. Romanos 8 : 18 NVI
Amén, gracias por esa reflexión tan edificante. Gloria a Dios
ResponderEliminarBendiciones, de nada
EliminarGracias...es bueno recordar esto siempre!
ResponderEliminarDe nada. Así es
EliminarAmén, así es. Jesucristo es nuestra esperanza y consuelo
ResponderEliminarAmén. Bendiciones
EliminarGracias por esta reflexión. Sí, hay días de llanto pero nos espera una eternidad incomparable con Papa.
ResponderEliminarAsí es, de nada. Bendiciones
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