Sé que te has preguntado una y otra vez, muchas veces entre lágrimas y sollozos, cuando llegará ese mañana lleno de alegrías que tanto esperas, yo también en esos momentos me lo suelo preguntar. A la verdad que si nos ponemos a meditar en los tiempos de dolor, no podemos ver que hay muchos mañanas de alegrías que Dios nos da. Como otras veces lo he dicho, tener a Dios, una familia que te ama, tus amigos, hasta tu propia vida son regalos muy preciados que no podemos olvidarnos de agradecer que los tenemos. En cuanto me pongo a meditar en ellos si puedo ver que hay muchas mañanas de alegrías que Dios me da y sé que tú también los tienes. Agradecer siempre te servirá para pasar esos momentos difíciles, disminuirá tu ansiedad y te dará paz, eso a mí siempre me funciona. En estos tiempos que estamos viviendo confieso que estoy aferrada firmemente a la promesa que el Señor enjugará toda lágrima y que todo lo que estoy pasando ahora no es más poderoso que la gloria que me espera y...
El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán.